A Crash Course With His Friend, Rafael Nadal
Probably the best part of what Monaco has been showing in this last part of the year is due to the mini preseason that he had together with Rafael Nadal, world number 1.
Q: It was something like „working holidays“...
Pico:: Ha! Yes, you can’t be really on holidays with Rafa. I took it in a tough moment, because I went to Cincinnati and to the US Open and I quickly lost, I was at the Davis Cup [against France] and I played very well but I lacked confidence and I lost as well. But he invited me to Thailand. We spent one week on holidays and then we practiced for ten days. That has helped me a lot, even my mentality, I was able to learn his way of thinking, pick up things that he does, practice with the same intensity as he does. He is world number 1 and when you practice for ten consecutive days with him, you learn many things, you get used to the rhythm of playing, to the speed of the ball that is impressive, this is what you acquire; the results told me so very quickly after that. The truth is, going there with him was a good idea and I’m extremely thankful that he gave me that chance.
Q: Supposedly, it’s not easy to follow Nadal’s rhythm.
Pico: No, that’s for sure, but I’m used to it, I have good endurance and I had practiced many times with him. When I arrive at a tournament and if Rafa is there, we have a practice session of two or three consecutive hours; I like that and he does too, we are players who need that, particularly Rafa. I know him well and when he goes to a tournament, until he feels that perfect sensation, he never stops, even if it takes five hours on court. He’s one of a kind!
Q: How did your friendship with Rafa begin?
Pico: When I was fifteen, I was practicing at the Casal & Sanchez Vicario Academy, in Barcelona; there we started to meet at the futures, at team tournaments; I represented my club and he represented Barcelona, we faced each other a lot of times. For ten or eleven years now we have been friends; he was younger – a year and eight months – and he was in my category, he was already a beast. And now he’s one of my best friends.
Spanish Version:
Un curso acelerado con su amigo, Rafael Nadal
Probablemente, buena parte de lo que demostró Mónaco en la última parte del año tenga que ver con una minipretemporada que realizó en Tailandia junto con Rafael Nadal, el número 1 del mundo.
-Fueron algo así como unas "vacaciones de trabajo..."
-¡Ja!, sí, no se puede estar mucho de vacaciones con Rafa. Me tocaron en un momento duro, porque yo venía de Cincinnati y el US Open y perdí rápido, fui a la Copa Davis [contra Francia] y jugué muy bien, pero no estaba con confianza y también perdí. Pero él me invitó a Tailandia. Estuvimos una semana de vacaciones, y después nos entrenamos diez días. Eso me ayudó mucho, incluso en lo mental, para saber cómo piensa, tomar cosas que él hace, entrenar con la misma intensidad que él. Es el número 1 del mundo, y al practicar diez días consecutivos con él, aprendés muchas cosas, te acostumbrás al ritmo de juego, a la velocidad de pelota que te impone, eso uno lo adquiere; después se me dieron los resultados muy pronto. ¿La verdad? Haber ido con él fue un acierto y le estoy hiperagradecido por la puerta que me abrió.
-No es fácil, se supone, seguirle el ritmo a Nadal.
-No, es cierto, pero estoy acostumbrado, tengo mucha resistencia y me entreno varias veces con él. Yo llego a un torneo y si está Rafa, hacemos una práctica de dos o tres horas seguidas; a mí me gusta y a él también, somos jugadores que necesitamos eso, sobre todo Rafa. Lo conozco mucho, y cuando va a un torneo, hasta que no encuentra la sensación perfecta, no para, aunque le toque estar cinco horas en una cancha. ¡Es un fuera de serie!
-¿Cómo fue que comenzó tu amistad con Rafa?
-Cuando yo tenía quince años, fui a entrenarme a la academia de Casal y Sánchez Vicario, en Barcelona; ahí empezamos a cruzarnos en los futures, en torneos por equipos; yo representaba a mi club y él a Barcelona, nos enfrentamos un montón de veces. Ya hace diez u once años que tengo amistad con él; él era más joven -un año y ocho meses- y estaba en mi categoría, ya era un animal. Y ahora es uno de mis grandes amigos.
source: Grip's magazine
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